viernes, 4 de abril de 2014

¿Puede un Cristiano Enfadarse?

El Cristiano está llamado a evitar toda clase de enojo (Efesios 4:31), pero si nos enojamos, debemos de evitar el pecar con nuestra actuación y debemos de no dar lugar al diablo sobre todas las cosas.
Con amor en Cristo os invitamos a que reflexionéis este mensaje.
"Y que no se ponga el sol sobre nuestro enojo" (Efesios 4: 26-27).
  • "Airaos pero no pequéis": Significa estar en todo tiempo consciente de nosotros mismos y de nuestro llamado a una vida santa y espiritual, no haciendo nada indebido lo cual pueda poner nuestra relación espiritual en peligro.
  • "No se ponga el sol sobre nuestro enojo": La Biblia nos habla acerca de ser como un niño para poder entrar al reino de los cielos. Debemos perdonar nuestras ofensas los unos a los otros. El enojo es contrario a la paz. Y a paz nos llamo el Señor con todos los hombres. "Si es posible en cuanto dependa de vosotros, estad en paz con todos los hombres." Romanos 12:18.
  • "Ni deis lugar al diablo": El no dar lugar al diablo significa el no permitir que nuestro enojo sea tan grande que demos lugar al diablo en nuestra vida y "que nos use" para hacer daño a nosotros mismos o aquellos que nos rodean. Buscad la Paz con todos: El enojo descontrolado es un comportamiento contrario a la Palabra de Dios y su requisito de que vivamos en paz, armonía, el amor, el sometimiento y dominio propio.

Versos bíblicos que nos hablan del enojo:
  • Proverbios 11:23 "El deseo de los justos es solamente el bien; Mas la esperanza de los impíos es el enojo."
  • Proverbios 14:17 "El que fácilmente se enoja hará locuras; Y el hombre perverso será aborrecido."
  • Proverbios 22:24 "No te entremetas con el iracundo, Ni te acompañes con el hombre de enojos, No sea que aprendas sus maneras, Y tomes lazo para tu alma."
  • Eclesiastés 7:9  "No te apresures en tu espíritu a enojarte; porque el enojo reposa en el seno de los necios.
  • Salmos 103:8 "Misericordioso y clemente es Jehová; Lento para la ira, y grande en misericordia. No contenderá para siempre, Ni para siempre guardará el enojo. No ha hecho con nosotros conforme a nuestras iniquidades, Ni nos ha pagado conforme a nuestros pecados."

Aunque haya momentos cuando pensemos que tenemos razón para estar enojados y quizás hasta sintamos algun tipo de 'ira santa' como dicen muchos por el celo de Dios que hay en nosotros, lo cierto es que la Biblia nos ordena a que quitemos el enojo de nuestra vida (Efesios 4).
En la historia de Jonás se nos dice que el se enojó con Dios porque Nínive fue perdonado, pero Dios le demostró que no debía estar enojado y que debía tener misericordia por las almas perdidas de aquella ciudad entre las cuales se encontraban lo que consideramos era una multitud de niños que “no sabían discernir entre su mano derecha y su izquierda”. Nuestro sentir debe ser el mismo.
El enojo demuestra que hay falta de misericordia y comprensión hacia nuestro prójimo (nuestro semejante) y aun indica la existencia de orgullo, soberbia y falta de agradecimiento hacia Dios en aquel (o aquella) que se enoja.
El enojo es falta de compasión y piedad y adicionalmente a esto, muestra falta de madurez tanto emocional como espiritual en la persona. Debemos de crecer en el Señor y tomar ejemplo de nuestro Padre celestial. Tal como es Dios es así también debemos ser nosotros, “lentos para la ira y grande en misericordia”.
Con amor en Cristo os invitamos a que reflexionéis este mensaje.

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