A muchas la palabra oración les suena a religiosidad, mas a mí personalmente me suena a comunión. Un cristiano que no ora es un cristiano desconectado de la sintonía del Señor.
Y es que orar es vital no solo para nuestra vida espiritual, sino para la relación personal que tenemos para con Dios. Es difícil entablar una amistad genuina sin tener contacto frecuente con alguien.
¿Cómo tu serias amigo de alguien al cual no frecuentas o con quien no hablas muy seguido?
Dios quiere ser nuestro amigo, de hecho El está dispuesto a ser nuestro mejor Amigo, ese que nunca nos falla, ese que quiere lo mejor para nosotros, ese que siempre tendrá un momento para abrazarnos y hacernos sentir queridos, ese Amigo al cual no le encontraremos ningún defecto y al cual si ponemos nuestros ojos en El, jamás seremos defraudados.
Dios quiere ser tu amigo, pero hay algo en ti, y es que has dejado de orar, has dejado de comunicarte con El, has permitido que el cansancio u otras actividades le quiten el tiempo que tenias disponible para hablar con Él. ¿Qué pasa?, ¿Por qué has permitido esto?, ¿No te das cuenta que desde que dejaste de orar, ahora eres más sordo a la voz de Dios?
Hay muchas personas que creen que Dios se ha apartado de ellos, que Dios se ha alejado o simplemente los ha abandonado, pero la realidad es que para sentir al Señor, para escuchar su dulce voz en nuestras vidas, tenemos que mantener una verdadera comunión personal, es decir una comunicación continua con El, no hay otra forma de sentir al Señor que buscándolo.
Quizá poco a poco fuiste dejando de orar, de hablar con Él, de expresarle lo que sentías, de comentarle tu vida y todo eso fue haciendo en ti que el viejo hombre o la vieja mujer aflorara nuevamente en tu vida.
Hoy te encuentras en una encrucijada en donde te haces miles de preguntas, del porque esto, del porque esto otro, pero hoy te pregunto a ti: ¿Por qué has dejado de orar?
¿Por los problemas?, ¿Por la crisis que estas experimentando?, ¿La enfermedad?, ¿Tu familia?, ¿El pecado?, ¿Qué excusa pondrás hoy?
Si cada uno de nosotros comprendiera la importancia de la oración en nuestra vida, creo que fueras más que victoriosos en todas las áreas o por lo menos el enemigo no ganaría ventaja sobre nosotros. Lastimosamente muchos dejan de orar cuando la crisis aparece, cuando la enfermedad hace acto de presencia, cuando la escases llega a tu vida o cuando simplemente el pecado te hace sentir indigno de llegar delante de la presencia de Dios.
¡Qué equivocados estamos!, ¡Estamos haciendo lo contrario!, si cuando la crisis viene, cuando la enfermedad se presenta, cuando la escases toca a la puerta y el pecado aflora, es CUANDO MAS DEBERIAS BUSCAR DEL SEÑOR. ¡A quien iremos si solo El tiene Palabras de Vida Eterna!, porque ¡Separados de Él, nada podemos hacer!, entonces: ¿Por qué has dejado de orar?
¡Ve!, y restaura tu vida de oración con el Señor, comienza a partir de este día a buscarlo, a hablar con Él, eso es orar, orar no es nada más ni nada menos que hablar con Dios como hablas con tu mejor amigo, no tienes que decirle palabras de diccionario, El te entiende con tu lenguaje propio, con tu forma de ser, con las palabras más sencillas que de tu boca salen, El solo necesita que le hables, El quiere escucharte, quiere platicar contigo, quiere que le cuentes como esta tu vida a pesar que lo sabe, pero quiere escucharlo de ti, El quiere ver la actitud que tienes frente a lo que estas pasando, si realmente lo quieres buscar o simplemente permites que las circunstancias de la vida te alejen de Él, ¡Ve y habla con El!
Hoy es un lindo día en donde podemos comenzar a restaurar ese altar de oración en nuestra vida, esos momentos que antes dedicábamos para El, en donde le cantábamos, en donde le hablábamos y en donde sentíamos en nuestro corazón como El escuchaba y daba paz a nuestra vida.
Dios quiere escucharte, El ha estado por muchos días esperándote, tu sabes que lo necesitas, tu sabes que lo que estás viviendo no lo podrás superar solo o sola, por tal razón ve delante de tu Padre Celestial y habla con El, es tiempo de restaurar la comunicación con Dios para estar en sintonía con El.
¿Por qué has dejado de orar? ¡Ve y restaura tu comunión personal con el Señor!
Autor: Enrique Monterroza
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