Como Pablo: olvidar lo que queda atrás, y proseguir a la meta (Filipenses 3:12-14).
Como David: alzar mis ojos a los montes y recordar que mi socorro viene del Señor (Salmo 121).
Como Abraham: confiar incondicionalmente en mi Dios (Génesis 12:1-9 Gálatas 3:6-18 Hebreos 11:8 Salmo 31:14 37:3-9).
Como Enoc: caminar en compañerismo diario con mi Padre Celestial (Génesis 5:21-24).
Como Ezequías: preparar mi corazón para buscar a Dios, mi sanador (2 Reyes 20:1-11 Isaías 38:1-22).
Como Moisés: escoger obedecer a Dios, aunque esto signifique sufrir, antes que gozar de los placeres temporales del pecado (Hebreos 11:23-29 Éxodo 2:11-4:17).
Como Daniel: vivir en comunión constante con Dios (Daniel 2:19-23 3:28 6:10, 20-22, 25-28).
Como Job: ser paciente bajo cualquier circunstancia (Job 1:1-2:10 42:1-17).
Como Josué y Caleb: no permitir que me desanimen los obstáculos (Números 13:25-33 14:6-9 Josué 1:1-9).
Como José: dar la espalda a la tentación (Génesis 39:6-12).
Como Aaron y Hur: servir de sostén a mi pastor y a los líderes de mi iglesia con mi oración y mi apoyo (Éxodo 17:8-16 Hebreos 13:7, 17
1 Tesalonicenses 5:12-13).
1 Tesalonicenses 5:12-13).
Como Andrés: guiar a mis hermanos a Cristo (Juan 1:35-42 Mateo 28:16-20).
Como Esteban: manifestar un espíritu de perdón hacia los que me hieren (Hechos 7:55-60 Mateo 6:9-15 Lucas 11:1-4 Romanos 12:17-20).
Como Isaías: responder al llamado de Dios diciendo: “Heme aquí envíame a mi” (Isaías 6:8).
Como José, María, Simeón, Ana y Jesús: cultivar y afirmar mi espiritualidad y mi relación con Dios en mi asistencia al culto de adoración a Dios (Lucas 2:21-52 Hechos 2:41-47 Hebreos 10:23-25).
Como la iglesia cristiana primitiva: compartir lo que tengo con los más necesitados (Hechos 4:32-37, 1 Timoteo 5:8).
Como Loida y Eunice: testimoniar la fe y enseñar la Biblia a los nietos/as e hijos/as (2 Timoteo 1:5 3:14-17).
Como las iglesias de Macedonia: ser generoso/a en mis promesas y ofrendas como un acto de adoración a Dios (2 Corintios 8 y 9).
Como el etíope: mantener el deseo de estudiar la Biblia (Hechos 8:26-40 Romanos 15:4 Juan 39 2 Timoteo 3:14-17 Salmo 119:105).
Como Elías: orar con fervor y ser constantes en la oración (1 Reyes 18:20-46 1 Tesalonicenses 5:16-18 Filipenses 4:6-7).
Como Josué y su familia: que yo y mi familia sirvamos al Señor (Josué 24:14-24).
Reconociendo mi incapacidad de alcanzar con mis propias fuerzas estos objetivos, creo lo que Dios me dice y me enseña a través de su Palabra: “Yo soy quien te manda que tengas valor y firmeza. No tengas miedo ni te desanimes porque yo, tu Señor y Dios, estaré contigo dondequiera que vayas” (Josué 1:9). Por lo que digo: "TODO LO PUEDO EN CRISTO QUE ME FORTALECE" (Filipenses 4:13)
Autor: Pablo R. Caraballo
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