viernes, 10 de octubre de 2014

El secreto de la prosperidad

El secreto de la prosperidadTraed todos los diezmos al granero y haya alimento en mi Casa. Probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, a ver si no os abro las ventanas de los cielos y derramo sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde. Malaquías 3:10.
¿Es el diezmo una parte de nuestros bienes que devolvemos a Dios? Si pensamos de esa manera, Dios no pasa de ser un cobrador de impuestos o un recaudador celestial. Para quienes aman a Jesús, el diezmo es un pacto entre Dios y el hombre, una alianza de amor y fidelidad.
"Todo lo que existe es mío. 'Mía es la plata y mío es el oro' (Hageo 2:8).
Cuando Dios creó al ser humano, lo colocó en el jardín del Edén y le dijo: "De todo árbol de huerto podrás comer; pero del árbol del conocimiento del bien y del mal no comerás, porque el día que de él comas, ciertamente morirás" (Génesis 2:16, 17).
En otras palabras: "Yo soy el dueño de todo, pero como sé que necesitas de estas cosas para poder vivir, te las presto. Y como también sé que a medida que el tiempo pase correrás el riesgo de olvidarte de que yo soy el dueño de todo, por eso, para que te acuerdes siempre, vamos a establecer una alianza. Tú puedes usar todo, menos este árbol, porque el día en que toques en él, yo sabré que te estás adueñando de lo que es mío".
Más tarde, cuando, por causa del pecado, Adán y Eva tuvieron que dejar el jardín, Dios sustituyó el árbol por el sagrado diezmo, y hoy dice al ser humano:
"Todo lo que existe es mío. 'Mía es la plata y mío es el oro' (Hageo 2:8).
Pero sé que en este mundo necesitas bienes materiales para poder vivir. Necesitas una casa, ropa, comida, dinero; por tanto, te doy fuerzas para conseguir todo eso. Pero también sé que cuando tengas todo, correrás el riesgo de olvidarte de que yo te presté todo. Entonces, para que nunca olvides que todo es mío, vas a devolverme el sagrado diezmo y vas a probarme en esto. Mientras me devuelvas el diezmo sabré que reconoces que yo soy el dueño, y si llegas a tener dificultades financieras o alguna cosa anda mal, todo lo que tienes que hacer es clamar a mí, porque yo soy el dueño, y como dueño tengo la obligación de resolver tu problema .'Derramaré bendiciones hasta que sobreabunden','reprenderé al devorador''serás tierra deseable' (ver Malaquías 3:10-12).
"Pero si no me devuelves el diezmo, estarás rechazando el pacto de fidelidad que hicimos. Estarás haciéndote dueño de lo que es mío, y si llegan dificultades tendrás que resolverlas solo, porque te apoderaste de lo mío, sacándome de tu vida voluntariamente".
Por eso, el diezmo es mucho más que la décima parte de los bienes que devolvemos a Dios: es un pacto de fidelidad, una alianza que nos recuerda quién es el dueño.
Y si aceptamos que Dios es el dueño de todo lo que tenemos, es también dueño de las dificultades financieras que puedan aparecer, y dueño de la falta de recursos para el sustento;
En fin, es dueño de todo, y como tal es el responsable de hacer desaparecer los problemas o damos fuerza e inteligencia para pasar por ellos sin lastimarnos.
RECUERDA:Nueve partes con la bendición de Dios hacen mucho más que diez partes sin su bendición.
Autor: Pr. Alejandro Bullón

sábado, 4 de octubre de 2014

Cuando crees que nadie te entiende

Cuando crees que nadie te entiendeHay episodios en nuestras vidas en los que creemos que nadie nos entiende, en donde pensamos que ninguna persona nos logrará comprender, porque todos juzgan, todos hablan, todos señalan, pero ninguno comprende.
Esos momentos son duros, porque quisieras que alguien por una vez en tu vida te comprendiera y se diera cuenta lo que realmente sientes, lo que realmente quieres; pero pareciera que para todos le es indiferente.
Pero cuando ese panorama de indiferencia se presenta en tu vida y te quiere hacer creer que no hay ni habrá nadie que te entienda, es cuando nuestro Señor Jesús aparece en escena.
Jesús habla a tu vida y te dice:
Mi hijo(a) amado(a), Yo te entiendo, Yo te comprendo, Yo se los momentos que estás viviendo porque Yo pase por eso, se lo difícil que es sentirte abandonado por todos, porque Yo lo experimente, sé que es sentir que nuestro Padre nos ha abandonado, porque Yo lo sentí. Te veo y me veo, porque Yo pase por todo lo que tú estás pasando y por lo tanto te entiendo a perfección.
Te he visto llorar, te he visto muy triste los últimos días, a veces quisiera que pudieras sentir mi abrazo, pero los afanes de la vida muchas veces te hacen olvidarte de mí, quisiera abrazarte y decirte lo mucho que te amo y lo mucho que vales para mí, porque cuando yo te escogí lo hice porque creo en ti y en lo que puedes llegar a ser.
No te sientas menospreciado(a), porque vales mi sangre, no te sientas indigno(a), porque yo te hice digno(a), no creas que yo me olvido de ti, porque estas en mis pensamientos. Yo voy a cumplir lo que un día te prometí, jamás creas que me he olvidado, nunca pienses que me equivoque en prometerte eso, porque Yo no me equivoco, porque Yo no miento y por lo tanto estoy preparando la plataforma para cumplir lo que un día te prometí.
Quiero verte sonreír, quiero verte creer y confiar en mis palabras, anhelo tenerte cerca de mi cada día, no te olvides de mi; quiero ver cómo te levantas cada día con nuevas fuerzas para afrontar todo lo que venga a tu vida, porque yo no te dejare, porque yo jamás me apartare de tu lado, yo estaré contigo cada día de tu vida y cumpliré mi propósito en ti.
¿Sabes?, te amo, te amo con un amor que jamás dejara de ser y quiero que sepas sobre todo, que si hay alguien quien te pueda entender, ese soy Yo.
Amados, aun cuando creas que nadie te entiende, hay alguien que si y lo hace a perfección porque conoce lo más profundo de tu corazón, ese es Jesús nuestro Señor y Salvador.
Hoy te invito a que deposites tus cargas en El, a que apartes un momento de tu tiempo y se lo dediques, El quiere escucharte y quiere hablar contigo, estoy seguro que algo precioso hay para tu vida este día, solamente dedica un momento especial para El y deja que te ministre.

¡Señor, tu sí que nos entiendes!

"No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia." Isaías 41:10
Autor: Enrique Monterroza

viernes, 26 de septiembre de 2014

Canción de la Semana

Cada Semana se recomendará una canción adventista, ya sea en español o en inglés para que nuestros visitantes puedan disfrutarlas; tendremos una gran variedad, disfrútenlas todas! 

All weekends will recomend an Adventist Song, wether in spanish or english for our visitors enjoy with them; We will have great variety, enjoy all of them! 

sábado, 13 de septiembre de 2014

Papá no miente


Papá no mienteEn las últimas semanas esa frase se me ha sido bastante recurrente: “Papá no miente”, y es que la he usado en varias ocasiones con mi pequeño hijo Uziel.
Ayer mismo, la use, él quería un helado, pero teníamos que ir a otra parte antes de poder ir y comprar el helado.
Así que le dije: “Hijo, después de hacer lo que tengo que hacer, te llevo a comprarte el helado”, el se quedo un poco tranquilo y yo cerré el momento diciéndole: “Recordá que papá no miente”, el entonces sonrió y me dijo: “¡Sí!”, como aprobando mi frase.

Luego de hacer lo que tenía que hacer, que por cierto me tarde más de lo que esperaba, me dirigí hacia la venta de los helados, antes de entrar le dije: “Vez, te dije que te traería, papá no miente”, en ese momento con su carita de felicidad me respondió: “¡Si, Helado!”.
Cada vez que le prometo algo a mi hijo se que se lo prometo porque sé que se lo cumpliré, entonces cada vez que le digo la frase: “papá no miente”, hay algo dentro de mí que me recuerda que si yo en cosas tan sencillas como esas le digo a mi hijo que le cumpliré, aun siendo imperfecto, se y tengo la convicción que no le quedare mal, ¿Cuánto más nuestro Padre Celestial nos cumplirá?
Y es que muy seguido le prometo cosas a mi hijo, que se que se las cumpliré, y de hecho trato de nunca quedarle mal, de siempre cumplirle, porque me llena de satisfacción ver su carita feliz al ver que su padre le cumplió lo que le prometió.
No dejo de pensar en lo que Dios es capaz de hacer, no dejo de comparar cuan seguro debería estar de que Dios cumplirá sus promesas sobre mi vida, y es que Dios no miente, la Biblia lo dice claramente:
“Dios no es un hombre, por lo tanto no miente. Él no es humano, por lo tanto no cambia de parecer. ¿Acaso alguna vez habló sin actuar? ¿Alguna vez prometió sin cumplir?” Números 23:19 (Nueva Traducción Viviente)

Por lo que recuerdo nunca le he hecho una promesa a mi pequeño hijo sin cumplirla, Uziel cumplirá tres años en Junio y hasta la fecha he tratado de prometerle cosas que sé que podre cumplir. Dios es mejor aun cumpliendo sus promesas, El jamás va a prometer algo que no cumplirá, jamás te hará una promesa solo por hacerla, si El te promete algo es porque ha de cumplirlo en un tiempo perfecto.

Quizá los últimos días has estado dudando sobre esa promesa que Dios te dio hace un tiempo, quizá has pensado que son solo ideas tuyas, que Dios no te ha prometido nada o que por tu falta de fidelidad a Él ya no cumplirá lo prometido.

Y es que tenemos que entender que Dios en su Naturaleza Divina trabaja o actúa de forma muy diferente a nuestra naturaleza humana e imperfecta. Dios siempre está dispuesto a cumplir lo prometido, pero también depende de nosotros creerlo y hacerlo por hecho. La Biblia habla sobre Abraham y dice lo siguiente: “Así Abraham creyó a Dios, y le fue contado por justicia” Gálatas 3:6 (Reina-Valera 1960).

Cuando nosotros somos capaces de creer lo que Dios ha prometido, tenemos que tener la certeza de que Dios no nos quedara mal, que El actuara, que El cumplirá, que no existe nada ni nadie que pueda evitar que El cumpla lo prometido.

Hoy quiero animarte a que le creas a Papá, El jamás miente. Cuando el nos prometa algo, debemos sonreír y sentirnos confiados de que eso ya está hecho. Cuando Dios promete es como que firmara el contrato de eso que te prometido y lo ha dado por hecho, por esa razón, confiemos, gocémonos en la bondad de Dios, gocémonos en su Fidelidad incomparable y en el hecho de que a su tiempo veremos su promesa cumplida.

No desmayes, no tires la toalla antes de tiempo, no quieras colgar los guantes, porque si El te lo prometió, entonces simplemente sonríe, y sobre todo espera, porque Papá no miente. El Cumplirá cada palabra de su promesa.
Recuérdalo siempre:  “¡Papá no miente!”

Autor: Enrique Monterroza

viernes, 1 de agosto de 2014

El Misterio De La Voluntad De Dios

El Misterio De La Voluntad De DiosNelly se me acercó hace muchos años con signos de interrogación reflejados en su rostro. “Pastor…Cómo hago para conocer la voluntad de Dios para mi vida?” Me preguntó. Le dije.. "Qué deseas conocer de la voluntad de Dios?".

Me dijo ella: "Por lo menos quiero saber si la voluntad de Dios para mi es casarme un día o quedarme soltera.Usted sabe pastor que tengo ya 33 años y tengo miedo de quedarme soltera, pero a la vez no sé si es que la voluntad de Dios es que no me case.

Tengo además miedo de pedirle que me dé el esposo que el quiera, no sea que me diga que es Julio”. (Julio era un hermano soltero de 50 años que asistía a la misma iglesia).
 
Le mostré entonces Romanos 12:2.
“No se amolden al mundo actual, sino sean transformados mediante la renovación de su mente. Así podrán comprobar cuál es la voluntad de Dios, buena, agradable y perfecta”.
 
Le dije mira acá las palabras claves de este verso en relación a la Voluntad de Dios.
 
  • La Primera es “Amoldar”.
  • La Segunda es “Transformar”.
  • La Tercera es “Renovar”
  • La Cuarta es” Comprobar”.
 
Esta es la regla básica para conocer la Voluntad de Dios.
 
Veamos cada una por separado y luego las podemos juntar todas las cuatro en un hermoso ramillete de rosas que Dios tiene para ti.
 

La primera Palabra es AMOLDAR


Pablo dice en primer lugar si quieres conocer la Voluntad de Dios, No se amolde. No se adapte al molde del mundo actual. El molde de este sistema mundial no encaja en el molde Divino. Muchas veces queremos conocer la Voluntad de Dios pero anhelamos que sea de acuerdo a la perspectiva de este mundo en el cual nos desenvolvemos y no es así. Queremos forzar la Voluntad de Dios para que encaje en nuestra corteza cerebral.
 
Tratamos de reducir la voluntad de Dios a los limites escasos de nuestro cerebro. Pero la Voluntad de Dios no es ni lógica ni lineal…a veces es como un espiral o remolino que desciende y que me deja confundido. La razón de sentir eso, es porque estoy mirando los moldes de este sistema mundial donde nos desenvolvemos. Es un molde determinado por su influencia, su publicidad y la manera de ver y analizar las cosas que están en nuestro entorno. Por eso Jesús dijo a Pilato. “Mi reino No es de este mundo”.
La Mayoría de Nosotros no sabemos donde estamos yendo la mayoría del tiempo, porque el molde este mundo es estático no dinámico. Usted no puede vivir en Fe y a la vez estar aburrido, porque Fe y aburrimiento se contraponen.
 

La Segunda Palabra es TRANSFORMAR

(De la palabra griega Metamorpho) De donde viene metamorfosis, el proceso de conversión de gusano a Mariposa.
“Nunca creí que pudiéramos transformar el mundo, pero creo que todos los días se pueden transformar las cosas”. Françoise Giroud (1916-2003) Escritora y política francesa.
 
No solo se me pide que salga del molde de este sistema y que este listo a entrar en el proceso doloroso de salir del capullo para que mi mente y perspectiva pase el proceso de gusano a la bella y libre mariposa.
Mientras estoy en la condición de gusano no puedo comprender los horizontes divinos reservados por el Padre para mi. Necesita desplegar las alas de mariposa para poder contemplar las flores y los horizontes infinitos y ahí podré ver la inmensidad de la voluntad de Dios que me sorprende. En alas de Mariposa seré llevado por el Espíritu Santo a lugares, regiones, paisajes jamás imaginados y comprenderé que la voluntad de Dios me sorprende, me desafía, me impulsa y me coloca en el borde del trampolín para luego desafiarme a lanzarme en el vació.
 
“El verdadero heroísmo está en transformar los deseos en realidades y las ideas en hechos”.
Alfonso Rodríguez Castelao (1886-1950) Escritor español en lengua gallega.
 
Ese proceso es doloroso. Significa despedirme de algo cómodo, amado, esplendoroso para entrar en un túnel hacia lo desconocido. Y es aquí donde muchos se quedas atascados en el camino, por miedo a lo desconocido. Pero, sin transformación no hay Mariposa.
 

La Tercera Palabra es RENOVAR

Y acá está hablando de renovar la mente o el entendimiento. Pero esto no viene sino consecuencia de decidir salirme del molde de este mundo y luego aceptar la dolorosa etapa de metamorfosis.
 
“El verdadero progreso consiste en renovarse”.
Alejandro Vinet (1797-1847) Literato y teólogo suizo.
 
No es simplemente pensamiento positivo, porque se pueden tener pensamientos positivos sin tener transformación, sin metamorfosis. Y eso simplemente ayuda pero no funciona para conocer la Voluntad de Dios. Renovar el entendimiento significa acá permitir que la Metamorfosis haga la transferencia de la mente de Cristo hacia mi limitada mente y abrir las compuertas de la eternidad para que fluyan los ríos de agua viva contenidos dentro de nosotros por el Espíritu. Sin duda, es la Palabra de Dios la que renueva mi mente con la obra silenciosa del Espíritu Santo dentro de mi.
 

La Cuarta es COMPROBAR

La Voluntad de Dios no se prueba, se comprueba. Y se comprueba a medida que en el camino él nos va conduciendo. A Abraham le dijo. “Vete de la casa de tu padre a una tierra que te mostraré”. NO le dijo que te muestro ahora, sino en el camino, mientras marchamos te lo muestro. La Voluntad de Dios es como firmar un contrato en blanco con Dios. El te dice..Fírmalo y en el camino lo llenamos. Estarías listo a firmar algo en blanco sin saber que dirán las cláusulas? Con Dios, si puedes.
Los contratos de Dios no tienen cláusulas con letras pequeñas. Pablo dice para que luego de salir del molde de este mundo, luego de aceptar el proceso doloroso de la metamorfosis y dejar que el Espíritu Renueve tu mente, podrás comprobar la Voluntad de Dios que es, BUENA, AGRADABLE Y PERFECTA.
 
ESTO ES TREMENDO. El problema nuestro es que queremos entender la voluntad de Dios primero y según este pasaje es de último. El Misterio de la Voluntad de Dios no se puede revelar sin antes romper el molde, entrar en la transformación dolorosa y en la Renovación de mi entendimiento y es allí donde finalmente podré comprobar que esa Voluntad misteriosa de Dios es 
BUENA.
 
No traerá nada malo a mi vida, es la hermosura de lo bueno traducido en última instancia en excelente.
 
AGRADABLE… Porque tiene el gusto celestial, es el postre que Dios tiene reservado para quienes le aman y quieren vivir para él, donde todo lo demás pierde atractivo y seducción.
 
Y Finalmente es PERFECTA. Porque cada pieza encaja perfectamente, cada tornillo y arandela tiene su función , Cada resorte amortigua los golpes de la vida y cada gota de aceite del Espíritu lubrica los engranajes perfectos de la mejor máquina inventada en la eternidad conocida como la Voluntad de Dios.
 
Por esa razón es que María, la escogida de Dios para ser el vaso humano para la venida del Mesías aceptó voluntad de Dios con estas palabras.
“El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Así que al santo niño que va a nacer lo llamarán Hijo de Dios. También tu parienta Elisabet va a tener un hijo en su vejez; de hecho, la que decían que era estéril ya está en el sexto mes de embarazo. Porque para Dios no hay nada imposible.
 
—Aquí tienes a la sierva del Señor —contestó María—. Que él haga conmigo como me has dicho”. Lucas 1:35-38.
 
No lo entendió todo, pero lo aceptó y finalmente lo comprobó, porque ella no acepto el molde de ese tiempo, sabía que tendría que entrar en el proceso doloroso de la Metamorfosis, donde sería incomprendida, criticada, juzgada pero que renovaría su mente para finalmente comprobar que esa Voluntad Divina era Buena, Agradable y Perfecta.
 
Vamos… Rompamos el Molde… No retrocedamos ante el dolor de la Transformación… Soltemos nuestro entendimiento para que sea renovado por el Espíritu de Dios y saltemos la barda del conformismo para poder comprobar que lo que parecía misterioso de la voluntad de Dios es Bueno, Agradable y Perfecto.
 
Autor: Dr. Serafín Contreras Galeano.

sábado, 26 de julio de 2014

Diálogos con Dios acerca de tu futuro

Diálogos con Dios acerca de tu futuroTodos nos hemos preguntado en alguna ocasión qué será de nuestro futuro. Preguntas como ¿Qué sera de mi vida? ¿qué pasará con mi trabajo? ¿Saldrá mi país de la Crisis? ¿irá todo a mejor?
Preocuparse por el futuro es natural, pero ¿te imaginas que pudiésemos preguntarle a Dios directamente sobre nuestro futuro y hablarlo cara a cara con nuestro Creador?
Si tu futuro te preocupa y quieres tener un diálogo con Dios acerca del mañana, continúa leyendo este artículo. 
 Señor, estoy preocupado y temeroso con el futuro. ¿Qué ha de sucedernos? ¿Qué sucederá con mis inversiones? ¿Qué pasará en la próxima guerra? También le temo a la muerte.
“No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí”. S. Juan 14:1.
Sí, creo en Dios, ¿pero cómo puede eso ayudarme?
“Fíate de Jehová de todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, y él enderezará tus veredas”. Proverbios 3:5,6.
 Señor, ¿sabes tú todo lo que se refiere al futuro? ¿Estás verdaderamente interesado en mí?
“Hay un Dios en los cielos, el cual revela los misterios, y él ha hecho saber al Rey Nabucodonosor lo que ha de acontecer en los postreros días”. Daniel 2:28. Todas las cosas están desnudas y abiertas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta”. Hebreos 4: 13. “Pues aun los cabellos de vuestra cabeza están todos contados. No temáis, pues”. Lucas 12:7.
 Dime entonces si el futuro me reserva felicidad. ¿Vale la pena vivir?
“Estas cosas os escribimos, para que vuestro gozo sea cumplido”. 1 S. Juan 1:4. “Estas cosas os he hablado para que en mi tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción: pero confiad, yo he vencido al mundo”. S. Juan 18:33.
 ¿Qué cosas Señor? ¿Qué es lo que nos traerá gozo y paz tanto a mi como a mi familia?
“El que quiere amar la vida y ver días buenos, refrene su lengua de mal, y sus labios no hablen engaño; apártense del mal, y haga el bien; busque la paz y sígala”. 2 5. Pedro 3: l0, 11.
 ¿Quieres decir que nuestra felicidad futura depende de nuestra conducta? Había oído que el futuro está determinado por la suerte y que está regulado por las estrellas y que nada que hagamos lo podrá cambiar.
“Todo lo que el hombre sembrare, eso también segará. Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; más el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna. No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque en su tiempo segaremos, si no desmayamos”. Gálatas 16:7-9. “Decid al justo que le irá bien, porque comerá del fruto de sus manos. ¡Ay del impío! Mal le irá, porque según las obras de sus manos le será pagado”. Isaías 3: 10, 11.
 No veo que los que sirven a Dios tengan muchas recompensas. Hasta parecen sufrir más que otros. ¿Cuál es su esperanza?
“Pero le será recompensado en la resurrección de los justos”. S. Lucas 14:14. “Para una herencia incorruptible, incontaminada e inmarcesible, reservada en los cielos para vosotros, qué sois guardados por el poder de Dios mediante la fe, para alcanzar la salvación que está preparada para ser manifestada en el tiempo postrero. En lo cual vosotros os alegráis, aunque ahora por un poco de tiempo, si es necesario, tengáis que ser afligidos en diversas pruebas”. 1 S. Pedro 1:4-6.
 Pero también tenemos que preocuparnos de vivir en este mundo, mientras llega esa herencia. No es que lo quiera todo; solo un nivel razonable de vida y cierta seguridad económica y social para mi familia.
“No nos afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos?... Nuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas. Más buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas”. S. Mateo 6:31-33. “Gracia y gloria dará Jehová. No quitará el bien a los que andan en integridad”. Salmo 84:11.
 ¿Quieres decir que podemos ser felices en este mundo y obtener además la vida eterna?
“Bienaventurado todo aquel que teme a Jehová, que anda en sus caminos”. “Bienaventurado serás, y te irá bien”. Salmo 128:1,2. “Recibirá cien  veces más y heredará la vida eterna”. S. Mateo 19:29.
 ¿Qué, inversión sabia podría hacer un cristiano que desea su seguridad futura?
“No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen y donde ladrones minan y hurtan; sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan. Porque donde esté vuestro tesoro, allí también estará vuestro corazón”. S. Mateo 6:19-21.
 ¿Cuál será el futuro de mi país?
“La justicia engrandece a la nación; mas el pecado es la afrenta de las naciones”. Proverbios 14:34.
 Las cosas no se ven muy bien. ¿Mejorarán o empeorarán la moral y la honradez del mundo?
“Más los malos hombres y los engañadores irán de mal en peor, engañando y siendo engañados”. 2 Timoteo 3:13.
 Pero, Señor, al parecer los malvados prosperan y lo pasan muy bien en esta vida.
“No te entremetas con los malignos, ni tengas envidia de los impíos; porque para el malo no habrá buen fin”. Proverbios 24:19,20. “Aunque el pecador haga mal cien veces, y prolongue sus días, con todo yo también sé que les irá bien a los que a Dios temen... y que no le irá bien al impío”.. Eclesiastés 8:12, 13.
¿Vivirán los redimidos en la nueva tierra?
“Porque he aquí que yo crearé nuevos cielos y nueva tierra, y de lo primero no habrá memoria, ni más vendrá el pensamiento. Más os gozaréis y os alegraréis para siempre en las cosas que yo he creado, porque he aquí que yo traigo a Jerusalén alegría, y a su pueblo gozo… Edificarán casas, y morarán en ellas, plantarán viñas, y comerán el fruto de ellas. No edificarán para que otro habite, ni plantarán para que otro coma, porque según los días de los árboles serán los días de mi pueblo, y mis escogidos disfrutarán la obra de sus manos”. Isaías 65:17-22.
 ¿Cómo será el aspecto de los redimidos?
“Entonces los ojos de los ciegos serán abiertos, y los oídos de los sordos se abrirán. Entonces el cojo saltará como un ciervo, y cantará la lengua del mudo”. Isaías 35:5,6.
 ¡Es maravilloso pensar que nunca se enfermarán ni morirán! ¿Sentirán cansancio alguna vez?
“Pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas, correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán”. Isaías 40:31.
 ¿Se sentirán alguna vez tristes o solitarios?
“Y los redimidos de Jehová volverán. y vendrán a Sion con alegría y gozo perpetuo será sobre sus cabezas; y tendrán gozo y alegría, y huirán la tristeza y el gemido”. Isaías 35:10. -
 ¿Qué sucederá con sus hijos? ¿Estarán ellos también allí?
“Dejad a los niños venir a mi, y no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de los cielos”. S. Mateo 19:14. “No trabajarán en vano, ni darán a luz para maldición; porque son linaje de los benditos, de Jehová y sus descendientes con ellos”. Isaías 65:23.
 ¿Reconoceremos allí a nuestros amigos y parientes?
“Ahora vemos por espejo, oscuramente; mas entonces veremos cara a cara. Ahora conozco en parte; pero entonces conoceré como fui conocido”. 1 Corintios 13:12.
 ¿Habrá animales también allí?
“Morará el lobo con el cordero, y el leopardo con el cabrito se acostará; el becerro y el león y la bestia doméstica andarán juntos, y un niño los pastoreará... El lobo y el cordero serán apacentados juntos, y el león comerá paja como el buey; y el polvo será el alimento de la serpiente. No afligirán, ni harán mal en todo mi santo monte, dijo Jehová”. Isaías 11:6. 7; 65:25.
 ¿Habrá también árboles y flores?
“Cambiará SU desierto en paraíso, y su soledad en huerto de Jehová; se hallará en ella alegría y gozo, alabanza y voces de canto: En lugar de la zarza crecerá ciprés. y en lugar de la ortiga crecerá arrayán”. Isaías 51:3; 55:13.
 ¿Cuán maravilloso irá a ser ese lugar! ¿Qué más atraerá y encantará a tus hijos en la vida futura?
“Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, ni han subido en corazón de hombre, son las que Dios ha preparado para los que le aman”. 1 Corintios 2:9.
 ¡Gracias, Señor! ¡Eres un Dios maravilloso! ¿Nos será permitido allí verte y estar contigo?
“Y oí una gran voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y El morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos como su Dios. Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron”. Apocalipsis 21:3,4.
 ¿De qué manera seremos librados de dolor, enfermedad y muerte?
“Después me mostró un río limpio de agua de vida, resplandeciente como cristal, que salía del trono de Dios y del Cordero. En medio de la calle de la ciudad, y a uno y otro lado del río, estaba el árbol de la vida, que produce doce frutos, dando cada mes su fruto; y las hojas del árbol eran para la sanidad de las naciones”. Apocalipsis 22:1, 2.
 ¿Cuándo sucederá todo esto? ¿Puedo ir allá ahora mismo?
“En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros. Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis”. S. Juan 14:2,3.
 Esta venida tuya, ¿será un acontecimiento espiritual en el momento de la conversión o de la muerte, o se refiere a su segunda venida en gloria?
“Cuando el hijo del Hombre venga en a su gloria, y todos los santos ángeles con él, entonces se sentará en su trono de gloria, y serán reunidas delante de él todas las naciones: y apartará los unos de los otros, como aparta el pastor las ovejas de los cabritos. Y pondrá las ovejas a su derecha. y los cabritos a su izquierda. Entonces el rey dirá a los de su derecha: venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo”. S. Mateo 25:31-34.
 ¿Es cierto que todas estas maravillosas experiencias podrán ser mías en el futuro? ¿De veras podré participar de ellas?
“No entrará en ella ninguna cosa inmunda, o que hace abominación y mentira, sino solamente los que están inscritos en el libro de la vida del Cordero”. Apocalipsis 21:27.

Si es así, entonces me decido a no permitir que nada me separe de ti, Señor. Te ruego que limpies mi corazón de pecado y que escribas mi nombre en tu libro de vida.
“Bien, buen siervo y fiel entra en el gozo de tu Señor”. S. Mateo 25:23.

sábado, 12 de julio de 2014

5 razones por las que no leemos la Biblia

5 razones por las que no leemos la BibliaTenía diez años cuando mi abuela me regaló mi primera Biblia. Estaba maravillado. Garabateé algo en la parte posterior de la cubierta y me aseguré de que mi nombre se viera grande y claro. Después elegí un rotulador de color amarillo. Me senté en el suelo y comencé mi tarea de subrayar todo lo importante, como por ejemplo que Matusalén vivió 969 años. ¡Wow!
Leí todo seguido hasta Génesis 5 antes de apuntar en una esquina de la última página leída la fecha. ¿Por qué apunté la fecha?, sencillamente para seguir leyendo donde lo había dejado. Obviamente no iba a leerlo todo dos veces.
Tres días más tarde me aburrí y volví a leer mis comics y novelas de aventura.
La siguiente vez que tomé la Biblia en mis manos tenía dieciséis años y acababa de cortar con mi novia, pero cuando intenté leerla todo me parecía confuso y nada de lo que leía respondía las preguntas que en ese momento tenía. 
En los próximos 23 años, he leído la Biblia un montón. A pesar de que amo la Biblia mucho más que nunca, debo admitir que cada vez que la abro me resulta un gran esfuerzo y un desafío. TODAS Y CADA UNA DE LAS VECES. 
Aquí paso a describir cinco motivos por los que creo que nos cuesta tanto leer la Biblia.

1. Primeras impresiones

Quizás fuiste obligado a leer la Biblia cuando eras pequeño. Quizás tus padres te pusieron como resolución para el nuevo año el leer Génesis, o Mateo, pero tú no sabías exactamente por qué. O quizás la única versión que tenías en casa era una Reina Valera antigua, que utilizaba un lenguaje que nunca llegaste a comprender plenamente. Quizás te enseñaron a usar la Biblia como un manual que se lee cuando todo va mal en tu vida, y por lo tanto tú la tanto como lees cualquier manual. 
Para muchos de nosotros, nuestros recuerdos acerca de los primeros encuentros con la Biblia son pesados, sin ningún atisbo de inspiración o sabiduría.
 2. Historia y contexto
Muchas veces lo más difícil para nosotros es familiarizarnos con la cultura y el contexto. Hace dos semanas leí Deuteronomio. También pasé algún tiempo leyendo acerca del contexto de Deuteronomio, y como se encaja en la historia completa del pueblo de Israel, intentando así tener una noción básica de qué papel juega dicho libro en la Biblia. 
Cuando comencé a leer el capítulo primero, ya tenía en la mente la imagen de Moisés y el pueblo de Israel en el desierto, al borde de la Tierra Prometida. Ya a esas alturas muy pocos de ellos habían vivido la experiencia de la salida de Egipto. Todos ellos eran los hijos de aquellos que habían vivido el éxodo. Moisés les contaba las maravillas que Dios había hecho por su pueblo y trataba de prepararlos para tomar la tierra que Dios les había prometido.
Todas aquellas personas no habían vivido nunca en una ciudad o en un pueblo, y sólo conocían la vida nómada en el desierto. Por tanto, se ve los esfuerzos de Moisés por relatar la nueva vida que tendrían si confiaban en Dios. 
Teniendo esto en mente me ayudó mucho a comprender las palabras de Deuteronomio. Por qué la historia de los diez Mandamientos fue contada de nuevo, Por qué tantos consejos un tanto "aleatorios" cerca del final, por qué tantas advertencias y bendiciones. Todo ello pude comprenderlo mejor gracias al contexto. ¡El Contexto siempre ayuda!
Todo esto se puede aplicar a toda la Biblia. Sabiendo lo que pasaba en la iglesia de Corintos te ayudará a entender el por qué de las cartas de Pablo a los Corintios. Saber por qué juan escribió su evangelio te ayudará a comprender por qué el tono del mismo es distinto a los otros tres evangelios.

3. Nuestro método no es el adecuado

 Imagina que estamos leyendo a Shakespeare, una estrofa cada vez. Cada vez que leemos una estrofa, nos sentamos y meditamos en ella, la intentamos comprender. Cuando pasa el tiempo (quizás un día entero), volvemos y leemos el siguiente párrafo. Siguiendo este método, ¿Cuánto llegaríamos a comprender de la obra completa?
He notado que algunas personas leen pequeños "bocaditos" de la Biblia, porque quizás nos intimida un libro tan grande. Sin embargo, cualquier buen profesor te diría que primero leas la obra completa y te empapes de ella antes de centrarte en los detalles que harán que nunca veas la obra como un todo.
Un buen maestro, sin duda, tendría muchas ganas de hablar de la obra, discutir sobre ella y debatir sobre pequeños detalles de la misma, pero jamás lo haría antes de que hayamos comenzado a comprender el conjunto.
Lo mismo podemos decir de la Biblia. Leemos tan poquito cada vez, que nunca llegamos a entender todo el conjunto. 
 4. El Pecado
A veces no leemos la Biblia, sencillamente porque creemos que no la necesitamos. Cambiamos las verdades de la Biblia y al maravilloso Dios que nos habla a través de ella, y los sustituimos por nuestros propios ídolos (Romanos 1:19-23). Cuando hacemos esto, no reconocemos que es la poderosa palabra de Jesús la que sustenta todas las cosas (Hebreos 1:3), y por tanto tratamos de seguir con nuestra vida sin él, sin sus enseñanzas y sus Palabras de Vida.
 5. Obediencia
Independientemente de cuánto comprendamos de la Biblia, o cuanto nos guste leerla, el simple acto de abrirla y leerla es un acto de obediencia y sumisión. Creo sinceramente que la mayor razón por la cual no leemos la Biblia es porque hacerlo implica admitir que Él es Dios y nosotros no.
Podemos poner multitud de excusas (no tenemos tiempo, malas experiencias, malas enseñanzas en el pasado, etc..), pero en el fondo tiene sólo que ver con la visión de nosotros mismos cuando nos ponemos delante de Dios.
 Herramientas útiles para leer la Biblia
Un buen estudio de la Biblia debe tener introducciones antes de cada libro. Una lectura de estas introducciones puede ayudarnos a comprender mejor el contexto de cada libro, lo cual nos hará entender mucho mejor lo que leemos. 
También un buen consejo es leer la Biblia con amigos. Debo decir que es un poco triste lo poco que se ha enseñado y ejemplificado esta práctica, tan buena para los jóvenes. Leer la Biblia en un momento de tranquilidad y a solas es bueno, pero también hay que reconocer que la gran mayoría de lo escrito en la Biblia, fue escrito para ser leído o escuchado en comunidad. Aprender a leer con los demás y hablar de lo que estamos leyendo nos hará disfrutarlo más y así salir enriquecidos con ello.
Autor: Jason Leonard

sábado, 5 de julio de 2014

El Señor es quien te guarda

El Señor es quien te guardaUna historia apasionante del Antiguo Testamento en 2 Reyes 6 ilustra muy bien lo que significa ser guardado por el poder de Dios.
Ben-Adad, rey de Siria, declaró guerra contra Israel y marchó contra ellos con un gran ejército. Mientras avanzaban, él llamaba muy seguido a sus consejeros de guerra a su aposento privado para planear las estrategias para el próximo día.
Pero el profeta Eliseo seguía mandando mensajes al Rey de Israel, detallando cada movimiento de las tropas enemigas.
De hecho, en varias ocasiones, los israelitas escaparon de ser vencidos debido a las advertencias de Eliseo.
Ben-Adad estaba furioso y llamó a sus siervos. “¡Díganme quién es el que está revelando nuestros planes al Rey de Israel! ¿Quién es el traidor?”
Los sirvientes le dijeron, “No es lo que piensas, mi señor. No hay traidor en el campamento ni en tu corte; todos somos fieles – leales. El profeta Eliseo, que está en Israel, es el que hace saber al Rey de Israel las palabras que tú hablas en tu habitación más secreta” (2 Reyes 6:12).
Ben-Adad inmediatamente despachó un ejército de caballos, carros, y soldados a capturar a Eliseo. “Vayan a Dotán y tráiganlo” demandó el rey. Ellos fueron de noche y rodearon la ciudad, con intención de tomar al profeta por sorpresa, pero el siervo de Eliseo despertó temprano. Cuando él vio que “el ejército tenía sitiada la ciudad, con gente de a caballo y carros” (vs.15), él corrió a su amo con terror y clamó “¡Ah señor mío! ¿qué haremos?”
Sonriendo confiadamente, Eliseo respondió, “No tengas miedo, porque más son los que están con nosotros que los que están con ellos. Y oró Eliseo diciendo: Te ruego Jehová que abras sus ojos para que vea. Jehová abrió entonces los ojos del criado, y este vio que el monte estaba lleno de gente de a caballo y de carros de fuego alrededor de Eliseo” (2 Reyes 6:16-17).
Como el Salmista, Eliseo podía ponerse de pie en medio de la crisis y decir con absoluta confianza:
  • No temeré ni a una gran multitud que ponga sitio contra mí. (Salmo 3:6).
  • Aunque un ejército acampe contra mí, no temerá mi corazón; aunque contra mí se levante guerra, yo estaré confiado” (Salmo 27:3).
  • Él redimirá en paz mi alma de la guerra contra mí, aunque muchos estén contra mí” (Salmo 55:18).
Mi oración es la de Eliseo: “¡Señor, abre nuestros ojos para que veamos y contemplemos las montañas llenas de caballos y carrozas de fuego – del Señor de los ejércitos!

sábado, 28 de junio de 2014

Cuatro cosas que Dios no conoce

Cuatro cosas que Dios no conoce¿Sabías que hay cosas que Dios no conoce? 

Al leer el título de este artículo probablemente pienses “Pero, ¿como es eso posible si Dios es omnisciente y todo lo sabe?” Bueno, lo es... y aún así veremos que hay al menos cuatro cosas que Dios no conoce.

¡Te invitamos a descubrirlas! 

1. DIOS NO CONOCE UN PECADO QUE NO ODIE.

Dios odia todo el pecado. ¿Porqué? Porque nos separa de él. (Romanos 3:23; 6:23

Dios odia al pecado por lo que hace en nosotros y por lo que hace a nuestra relación con él. Y qué bueno que no se quedó en Su odio, sino que decidió hacer algo para vencerlo y remover sus efectos. 

2. DIOS NO CONOCE A UN PECADOR QUE NO AME.

El amor es una de las necesidades humanas más básicas. En nuestros días se ha usado de tal manera, que ha perdido su significado real. “Amor” es una palabra de acción. Y eso fué lo que Dios hizo. El demostró Su amor enviando a Su Hijo a morir por nosotros en una cruz. (Romanos 5:8) ¿Haría usted lo que él hizo? ¿Daría usted a su hijo para que muriera por alguien más? 

No puedo pensar en nadie que lo haría. Pero Dios, en Su amor, lo hizo por todos. ¿Para qué? Para que todo aquel que en él crea, no se pierda más tenga vida eterna. CuandoJuan. 3:16 habla de perderse, está hablando de estar separado de Dios por toda la eternidad en el infierno. 

Cuando habla de vida eterna, está hablando de recibir el perdón de nuestros pecados, obtener acceso directo a Dios, y tener la seguridad de que si morimos estaremos con él para siempre. Todo lo hace disponible por Su amor. 

3. DIOS NO CONOCE DE UN MEJOR PLAN DE SALVACIÓN QUE EL QUE ES OFRECIDO.


La razón por la cual este plan es tan perfecto, es porque todo lo que necesitas hacer, es aceptarlo por fe. Todos tenemos el mismo acceso. Cualquiera que cree en lo que Cristo hizo y pone su fé él, recibirá lo que más necesita. Todo por fé. Ahora, cuando el NT habla de “fé”, esta hablando de mucho más que símplemente creer que Jesucristo existió y murió en la cruz. Esto es parte, pero no es todo. La fé que Dios requiere, es una que nos lleva a reconocer que hemos pecado, y la única opción que nos dá es arrepentirnos y darle a él control de nuestra vida. Esta es la fé que salva. (Romanos 10:9-10

4. DIOS NO CONOCE UN MEJOR MOMENTO PARA ACEPTAR SU PLAN DE SALVACIÓN QUE AHORA.


Nunca es demasiado temprano, pero cualquier momento puede ser demasiado tarde. Hay almas que darían lo que sea por tener la oportunidad que tienes hoy, de aceptar lo que Dios tiene para tí. ¿Qué necesitas hacer para aceptar el plan de salvación de Dios? 

  1. Reconocer tu condición de necesidad de Dios.
  2. Acercarte a Cristo en arrepentimiento y humillación.
  3. Poner tu fé en Jesucristo como el único que te puede salvar.
  4. Darle a Dios control de tu vida.
Hoy te invito a que si nunca has aceptado el plan de salvación de Dios, lo hagas hoy antes de que sea demasiado tarde. Las oportunidades para hacerlo se acaban cuando morimos. Hoy es el día de salvación para tí.

viernes, 20 de junio de 2014

Cómo encontrar la paz personal

Cómo encontrar la paz personal
Te has preguntado alguna vez; ¿Por qué parece estar faltando alguna cosa en mi vida?, ¿Cómo puedo encontrar sentido y propósito? ¿Cómo puedo encontrar paz para mi mente?

¿Existirá una cosa más en la vida que levantarse por las mañanas y dirigirse hasta el trabajo cada día y regresar a casa, cenar, ver televisión y levantarse al otro día, esperando con interés el fin de semana y en seguida viajar hasta la playa?

¿Es la vida sólo nacer, trabajar y morir?


Primero somos bebes recién nacidos, luego crecemos y entramos en la infancia y a la adolescencia, después pasamos de veinte y tantos a la edad madura y más tarde ya somos ancianos. Luego estamos listos para aquel lugar llamado sepultura. Un día leí lo siguiente en una camiseta: “La vida es dura y luego morimos”.

¿Cómo puedo disfrutar realmente de la vida si en cada lugar que observo hay muerte y desilusión? ¿Cómo puedo tener paz en mi vida y ser realmente feliz si yo sé, que un día simplemente envejeceré e iré directo a la tumba?. ¿Existirán millones de años llenos de alegría y felicidad con propósito y sentido en un lugar llamado eternidad? ¿Existirá allá la muerte?.

¿De dónde procede la muerte?. ¿Sería este el designio de Dios, cuando creó este mundo? ¿Programó Dios al hombre con un específico reloj biológico de tiempo de tal manera que pudiese vivir 60, 70 y 80 años, y entonces morir?.

¿Qué nos enseña la Biblia, acerca de cómo obtener la paz y cómo encontrar la vida eterna?. ¿Cómo tener la seguridad de que existe vida mas allá del sepulcro?.
El rey Ludwig II de Alemania vivió en la época del 1800, e intentó encontrar la felicidad construyendo castillos extravagantes, con costos millonarios. La decoración interna de estos castillos eran de espejos con marcos de oro, alfombras finas de Bélgica, en fin, utilizó lo más caro para darle las terminaciones. Demoró más de 12 años en terminar sus construcciones. El rey Ludwig II tuvo la oportunidad de vivir en su castillo sólo 11 días y dijo: “Fueron los 11 días más miserables de mi vida”.

El quería estar a solas, hasta sus sirvientes le incomodaban. De hecho, él no quería ver a nadie. En el magnífico comedor, instaló un ascensor, que era operado por presión a través de su pie. Así podía recibir su comida fácilmente, donde él se encontraba. Comía en completo silencio y en la más absoluta soledad, pues no deseaba ver a sus sirvientes, él era un miserable. Edificó sus castillos pero terminó su vida trágicamente, suicidándose porque sus castillos no le brindaron satisfacción.
Nosotros también construimos nuestros castillos; nuestros autos; nuestros hogares; nuestros equipos de sonido o vídeo, estos se transforman en nuestros dioses. Hasta nuestros empleos, llegan a ser nuestros dioses. Nosotros construimos nuestros castillos. Nos sumergimos en nuestros placeres, intentando la respuesta para la pregunta fundamental, ¿Cómo puedo obtener la paz en mi alma y una real felicidad?. ¿Cómo puedo saber si realmente tengo la vida eterna?.
Una vez le pregunté a mi profesora: ¿Cuánto dura la eternidad?. Ella me respondió:

Imagina una gaviota que llega a tomar una gota del océano y esta gaviota se va muy lejos y no regresa de nuevo hasta mil años después. Entonces mil años más tarde cuando está de vuelta, toma una gota más del océano en su nariz corva y se va muy lejos. Y así cada mil años esta gaviota regresa y repite esto mismo una y otra vez. Cuándo el océano se haya secado completamente, entonces será el primer segundo de la eternidad”.
Eternidad, es un largo período de tiempo. Al entender lo maravilloso que será vivir eternamente, podemos soportar los problemas de la vida, las enfermedades, como el cáncer, el Sida, angustia, las dificultades de un divorcio, podemos soportar las hambrunas que enfrenta este mundo, todo tipo de sufrimientos; porque sabemos que esto será en un corto período de tiempo, comparado con la eternidad donde viviremos con Jesús para siempre.
Las personas necesitan de Dios. He estado en selvas, las inalcanzables selvas del Brasil. Estuve perdido con nativos y salvajes, los cuales sentían una gran necesidad de Dios. En la Unión Soviética, di una charla para 3.000 científicos en un mismo salón, incluyendo algunos de los mejores biólogos del mundo. Y estos profesionales tenían una necesidad de Dios. Ellos me contaron después de la charla, que ya no creían más en el ateísmo, pues no les daba satisfacción a sus corazones.
Dios nos ha hecho con la necesidad de buscarle y encontrar identidad sólo en su presencia.
Satanás vino hasta Eva, allá en el huerto del Edén y le preguntó: Eva ¿Realmente Dios ha dicho que tú no puedes comer esa fruta?. Tú no has sido creada para estar conectada a Dios y quedar tan limitada. Tú has sido creada para hacer tus propias cosas, para tener tu propio placer, para andar en tus caminos y gustos. Así Eva tomó la fruta.

Romanos 6:16 nos dice: “¿No sabéis que si os sometéis a alguien como esclavos para obedecerle, sois esclavos de aquel a quien obedecéis, sea del pecado para muerte o sea de obediencia para justicia?”.

La separación de Adán y Eva de Dios les llenó de angustias y les robó la maravillosa paz de la que disfrutaban. Dios creó a Adán y Eva para que fuesen uno con Él, pero cuando ellos pecaron, ellos mismos se separaron de Dios. Lo mismo nos puede pasar a nosotros, mis amigos, separados de Dios, estamos separados de la fuente de alegría y así tristezas llenarán nuestras vidas.
Separados de Dios, estamos separados de la fuente eterna de salud y descendencias de enfermedades llenarán nuestros cuerpos.

Romanos 6:23 dice: “Porque la paga del pecado es muerte, más la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro”. Cuando Dios creó Adán y Eva, no los hizo como títeres o robots; Dios los creó con la facultad de escoger. Porque si uno priva a alguien de escoger, lo privas de la capacidad, la libertad de amar y si uno quita la libertad de amar, uno está quitando la oportunidad de ser realmente feliz.
Por eso Dios quiere criaturas que le sirvan libre y amorosamente, por eso les dio libre albedrío.
Cada uno de nosotros ha pecado alguna vez, ¿Quién podría decir que ha sido honesto toda su vida, que nunca ha mentido, nunca se ha enojado, o hecho cosas indebidas?. ¿Quién podría decir esto?. Todos nosotros hemos seguido los pasos de Adán y Eva; por eso merecemos morir. Con infinita sabiduría, los cielos idealizaron un plan de salvación para este pobre planeta.
La Biblia en 2ª de Pedro 3:9 nos dice: “El Señor no retarda su promesa, según algunos la tiene por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento”.
En 1ª de Juan 4:8 – 16 leemos: “El que no ama, no ha conocido a Dios, porque Dios es amor”.
Nosotros hemos conocido y creído en el amor que Dios tiene para con nosotros. Dios es amor; y el que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en él.

El Dios de amor mira por sobre este mundo en rebelión, en caos, mira por encima de sus criaturas que le han vuelto sus espaldas.
Un Dios de amor, que fue misericordioso y justo, que no empujó este planeta a lugares inalcanzables en el espacio y no le destruyó. Más bien, Él mismo vino hasta el huerto llamando con voz fuerte a Adán y Eva: ¡Adán, Eva, yo les amo!. Adán y Eva ¿Dónde están?.

Génesis 3:8 dice: “Y oyeron la voz de Dios que se paseaba en el huerto, al aire del día; y el hombre y su mujer se escondieron de la presencia de Jehová Dios entre los árboles del huerto”.
Nuestro buen Dios, dio la primera promesa del Mesías en Génesis 3:15 donde dice: “Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar”.

Dios prometió que el Mesías vendría, que enviaría a lo mejor del cielo, que Cristo dejaría la adoración y la alabanza que los ángeles le daban y tomaría sobre sí la forma humana. Jesús viviría la vida que Adán y Eva deberían haber vivido y que tú y yo deberíamos de haber vivido. Él enfrentaría la tentaciones de Satanás, pero permanecería con una vida santa, sin pecado.
Él tendría que morir una muerte que no merecía. Si yo creo en Jesús, y confío en Él, en la perfecta vida de Cristo, va a ser reconocido en mi cuenta en el cielo.
Y extendió Abraham su mano y tomó el cuchillo para degollar a su hijo, una voz del cielo le dijo, no extiendas tu mano sobre el muchacho, ni le hagas nada; porque ya conozco que temes a Dios, por cuanto no me rehusaste tu hijo, tu único hijo”. Abraham confió que el Señor Jehová proveería. El cordero representaba a Jesucristo.

Seguramente pensarás, es terrible que un cordero tenga que morir. De hecho, muchos corderos inocentes tuvieron que morir. Podemos leer en Juan 1:29 lo siguiente: “Vio Juan a Jesús que venía a él y dijo: He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo”.
Si para un cordero era difícil morir, lo era mucho más difícil y terrible para Jesús. Jesús era el Cordero de Dios.

Cuando Cristo estaba colgado en la cruz, había vivido una vida libre de pecado, sin mancha, una vida perfecta. Así como yo confieso mis pecados, de la misma forma, sucedía en los tiempos del Antiguo Testamento, los pecadores confesaban sus pecados diciendo: Señor yo he mentido, yo he engañado, yo he robado. Ese pecado que era confesado y la culpa de ese pecado era sacado y echado lejos y borrado de los registros. Era colocado sobre el Cordero de Dios, Jesucristo. El Cordero sin pecado, que derramó su sangre en mi lugar.

Debemos creer que nuestros pecados son transferidos al Cordero de Dios, Nuestro Señor Jesucristo. Tenemos que ir a Él, confesando nuestros pecados y seremos perdonados.
Querido amigo, muchas personas quieren desesperadamente encontrar paz en sus almas. Algunos intentan encontrarlas en religiones antiguas que dicen: Si tú pecas, debes hacer algo. Deja que tu cuerpo que ha pecado sufra. Otros dicen: ¡Oh Dios! yo caminaré por encima de clavos, y mis pies sangrantes te demostrarán que lo hago en forma muy seria. Otros dicen: Caminaré entre el fuego.

Mira querido amigo, Cristo ya ha sido clavado en sus manos. Jesús ya ha derramado su sangre bajo su rostro y pies. La salvación es el regalo máximo que Jesucristo, que vivió una vida perfecta y nos la ofrece en forma gratuita.

Observemos cuán sencilla es la salvación. En Hechos 16:31 leemos: “Cree en el Señor Jesucristo y serás salvo, tú y tu casa”. ¿Quisieras ser salvo?. ¿Te gustaría vivir por siempre en una tierra llamada eternidad?.
La Biblia nos dice: ... “Cree en el Señor Jesucristo y serás salvo...”. Salvación en la Biblia significa un regalo.
Efesios 2:8 – 9 nos dice: “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe”.

Muchos dicen: Yo necesito corregir mi vida, antes de ir a Jesús. Yo solucionaré mi problema con el alcohol; necesito devolver el dinero que conseguí en forma deshonesta. No amigo, ven primero a Jesús. Así como tú te entregas a Jesús, Él no sólo te perdonará y olvidará tu vida pasada, sino que además te dará las fuerzas para tratar tus problemas actuales.
Ven conmigo hasta el Jardín del Getsemaní y a un Monte llamado Calvario.
El mundo se estremece en la balanza. Jesús ora y llora en agonía diciendo: “Padre mío, si es posible, pase de mí esta copa; pero no sea como yo quiero, sino como tú”.
La corona de espinas en su cabeza. El mundo se estremece en la balanza. Clavos destrozan sus manos y pies. Bajó sólo dentro de la tumba obscura.

Pero él no pudo dejarte ir a ti. Él te ama demasiado. Si no hubiese muerto en nuestro lugar, nosotros deberíamos haber entrado en la sepultura, y no hubiéramos podido salir de ella. Sin su muerte estaríamos perdidos, perdidos por toda la eternidad.
Cuando Cristo colgaba en la cruz, Él aceptó la culpa de los pecados de todos los seres humanos. El peso de esos pecados era muy grande, la culpa de esos pecados era tremenda, la obscuridad de esos pecados era terrible, que Cristo pensó en ese momento que estaba separado de su Padre. Pero para salvarnos, Él estaba dispuesto a ir a la tumba y nunca más levantarse de allí.

En mi trabajo el viajar se torna la experiencia más frecuente y agradable. Recuerdo cuando mi hijo tenía tan sólo 4 años de edad. Estaba viajando por diferentes lugares del mundo, en ese tiempo yo residía en Chicago, en esa ocasión, llegué hasta el Aeropuerto Internacional de O`Hare. Mi esposa, mis dos hijas y mi hijo, me estaban esperando para darme la bienvenida a casa. Me gusta mucho viajar y cuando se está por llegar a casa, se siente una sensación muy placentera, creo que el hogar es un lugar muy especial. Regresé después de 6 semanas de evangelismo en Europa, y mi hijo de 4 años estaría entre la multitud, esperándome. Mi hijo comenzó a decir: ¡Papá ha regresado a casa! ¡Papá ha regresado a casa!. El corrió y saltó a mis brazos y me besó diciendo: Papito, has regresado a casa.
La separación que tuvimos me trajo dolor, y eso que estuve separado de él tan sólo 6 semanas.

Jesús ha vivido desde toda la eternidad con su Padre Celestial. Él amor que ellos tenían es mucho más profundo y fuerte que el que yo tengo por mi hijo. Pero Jesús que estuvo separado de su Padre por 33 años, colgado en aquella cruz, con clavos atravesados en sus manos y con su rostro ensangrentado dijo: “Padre, estoy dispuesto a soportar la condenación del pecado, estoy dispuesto a ir a la tumba, estoy dispuesto a quedar separado de ti, ¡Oh Padre!, si tú salvas a Mark, a Patricia, Pablo, Isaac. Padre si me vas a abandonar por causa de sus pecados, yo lo acepto, pues yo les amo lo suficiente como para morir por mis hermanos”.
El amor terrenal no se compara al amor celestial. Todo lo que tengo que hacer es arrodillarme a los pies de Jesús y adorarle, si Jesús me ama tanto, si me ama sobremanera, a tal punto de estar dispuesto a quedarse separado de su Padre por toda la eternidad, lo menos que yo puedo hacer es darle toda mi vida a Él.
Romanos 5:10 dice: “Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su hijo, mucho más estando reconciliados, seremos salvo por su vida”. ¿Has estado últimamente luchando contra Dios, siendo un verdadero enemigo de Dios;

le has dado la espalda y no tienes interés en las cosas de Dios, pero ahora le quieres decir: Señor, yo vengo a ti. Señor yo quiero servirte.
Hechos 3:19 dice: “Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerios”.

Arrepentimiento significa un cambio de actitud mental. La oración de un pecador sincero dice: Señor, yo estoy arrepentido por lo que he cometido. Señor yo quiero tu perdón, yo quiero tú paz, yo quiero una nueva vida. Notemos algunos pasos simples para la salvación: el primero es:
  1. Aceptación: Aceptar el hecho de que tú no te puedes salvar a ti mismo. Aceptar el hecho de que sin Jesucristo estás perdido. Aceptar el hecho que tus buenas obras no te pueden salvar.
  2. Creer: Creer que cuando Cristo murió en la cruz, lo hizo por ti. Creer que tus pecados fueron clavados en la cruz.
  3. Confesar: La Biblia en 1ª de Juan 1:9 nos dice: Si confesamos nuestros pecados, Él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad. Ven a Jesús y confiesa tus pecados.
  4. Decisión: Para decir que quieres ser un cristiano y poner esa decisión en su corazón. Consciente e inteligentemente quieres entregar tu vida a Dios. el Señor jamás obliga tu voluntad, te da la capacidad de escoger.

Martín Lutero, buscaba paz para su mente, y un día en cuanto caminaba por los densos bosques alemanes, comenzó una gran tormenta, rayos y truenos caían sin cesar, llovía tan fuerte que se transformó en torrentes. Era tan peligrosa la situación que Martín pensó que iba a morir. En esa dramática hora, él hizo un voto a Dios diciendo: “Dios, si tú me salvas, yo quiero ir al monasterio y hacerme sacerdote”.
Sorprendentemente, luego de terminar su oración el cielo se despejó, y él conforme a su promesa entró al monasterio y se convirtió en sacerdote.
Pensó que encontraría la paz en aquel monasterio, o en su sacerdocio, y luego la vida eterna. Ayunó por días y oró durante largas horas, pero no encontró la paz. Entonces él decidió castigar su cuerpo, de esa manera, se azotó fuertemente a latigazos. Con todo lo que hizo no pudo encontrar la paz en su corazón.
Una noche leyendo la Biblia, aprendió que el único camino para encontrar la paz era encontrando a Jesús.
En Juan 3:16 leyó: “De tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda más tenga vida eterna”.

También en 1ª de Juan 1:9 leyó: “Si confesamos nuestros pecados...”. Entonces Martín Lutero confesó sus pecados y tuvo la seguridad absoluta que sus pecados habían sido perdonados y que Cristo era su Salvador.
Aquella noche cuando se fue a dormir, tuvo un sueño. En el sueño Satanás aparecía frente a él.
Vio la espantosa forma de Satanás. Sostenía un rollo de pergamino en su mano, y le mostró una lista con todos sus pecados: mentiras, codicias, engaños, falta de honradez, enojos. Satanás preguntó: Martín, ¿Estos son tus pecados?. Si lo son. Entonces Satanás preguntó: ¿La Biblia dice que la paga del pecado es la muerte?. Si, lo dice. Entonces tienes que morir, estás condenado a muerte.
Martín estaba lleno de culpabilidad, angustia y miedo. Entonces, Martín vio que Satanás apretaba con sus manos el rollo de pergamino, por lo que le dijo a Satanás: Mueve tu mano. Satanás le dice: No, no voy a moverla. Entonces Martín le dice: En el nombre de Jesucristo, mueve tu mano. Satanás movió su mano y debajo de la mano decía: La sangre de Jesucristo limpia a Martín Lutero de todo pecado.
Querido amigo, cualquier cosa que tu hayas hecho, Cristo te puede salvar, y puede perdonar tus pecados, y borrarlos. Puedes encontrar paz y salvación. En este momento Jesús quiere alcanzarte. Quieres venir y decirle: Jesús yo creo que tú me has perdonado.
En una de mis visitas misioneras, estuve en Estocolmo, Suecia. Mientras esperaba en la agencia de viaje, una señora me preguntó: ¿Ud. es pastor, cierto?. Yo dije: Sí. Entonces ella me dijo que siempre había querido hacerle una pregunta a un pastor.
La pregunta era: ¿El aborto es pecado?. Ahora pastor, yo quiero un simple sí o un no como respuesta. Antes de proceder a responder, yo le pregunté: ¿Me está haciendo esta pregunta, porque usted está embarazada y está pensando en un aborto?. No pastor, contestó ella. ¿Me está haciendo esta pregunta porque usted se hizo un aborto y se siente culpable por eso?. Ella se tomó la cabeza entre las manos y comenzó a llorar y comenzó a contarme su historia. Yo estaba casada con un hombre que me abandonó por otra mujer.

Yo le di toda mi vida, yo lo amé. Le preparé todas sus comidas. Yo fui la mejor esposa del mundo, pero él me abandonó. Entonces yo me prometí que nunca más podría confiar en alguien otra vez. Algunos años más tarde conocí a un hombre. Nos casamos. Él era de otro país, pero estaba viviendo en los Estados Unidos. Quedé embarazada de él. Yo estaba tan emocionada, ya tenía dos meses de embarazo. Entonces él me contó que era casado y que en su país tenía 3 hijos y que pensaba encontrarse pronto con ellos.

Pastor, no podía pensar en mantener su bebé, pues era el segundo hombre que me había decepcionado tan drásticamente. Entonces me hice un aborto. Esto ocurrió hace 17 años, pero cada día que pasa yo me siento más culpable.
Yo le pregunté: ¿Puedo compartir algo contigo?. Abrí mi Biblia en 1ª de Juan 1:9 y comencé a leer: “Si confesamos nuestros pecados... entonces leí nuevamente a propósito: “Si confesamos nuestros pecados, puede ser adulterio, puede ser borracheras, puede ser engaño, si nosotros confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonarnos”.
Le pregunté a ella: ¿Te gustaría arrodillarte y aceptar el hecho que cuando murió Jesús tenía los clavos atravesando sus manos y cuando la sangre corría debajo de sus muñecas, esa sangre fue derramada para cubrir tus pecados, puedes vivir por siempre con Jesús. Tú podrás ver al pequeño bebé en el cielo. Entonces ella me dijo que le gustaría arrodillarse y entregar su vida a Jesús.
Querido amigo, ¿Sientes que hay pecados en tu vida?. ¿Tienes una conciencia culpable sobre cosas que has realizado?. ¿Te sientes condenado?. ¿Sientes que necesitas ahora perdón y misericordia?. Yo te invito a que te entregues ahora, a Jesús.
Tal vez estuviste lejos de Cristo, yo quiero invitarte para que regreses a él, y dejes caer tus pecados a los pies del Señor.
No necesitas sentir un vacío en tu vida. Jesús te ha dado el regalo de una vida eterna y salvación.
Dile a Jesús: Vengo a ti, confesando mis pecados. Quiero ser tuyo. Concédeme ahora mismo el regalo de la salvación y vida eterna; y por la fe yo creo que la tengo. Jesús te va a quitar el peso de la culpabilidad de tus hombros ahora mismo. Nuestro amoroso Señor va a sacar esa carga y lanzarla lejos ahora mismo y te va a dar paz. Amén.


Autor: Mark Finley